¿#ThomasMann era alemán? Sí. Quizás por eso no me ha llamado tanto la atención que su libro #LaMontañaMagica me recuerde las “virtudes” que tanto trataron de plasmarme lxs profes alemanes y suizxs cuando estudiaba Medicina Antroposófica en Alemania.
Disciplina, constancia y observación.
Porque harta disciplina, constancia y auto-observación me ha requerido leer estas páginas.
No solo porque, en retrospectiva, parece que estaba muy confortable leyendo fantasía y ciencia ficción. No solo porque parece que sigo no vibrando tanto con descripciones detallistas (y muy bien narradas) de ropajes, ambientes y monólogos. Y no solo porque hace siglos que no leía un libro escrito hace casi 100 años.
Me ha requerido disciplina, constancia y auto-observación alemanas porque, también, estas 300 primeras páginas me ponen en un mood particular. Un mood ermitaño de concentración. Un mood de esos que a veces leíste una página y te preguntas “¿qué cresta acabo de leer?”. Momento en que los pensamientos te sacaron de tu concentración lectora.
Hasta ahora, ha sido un libro de esos. Esos libros que no se sustentan necesariamente en los a veces superfluos argumentos tipo: “me entretuvo” o “se lee rápido”. Argumentos con los que muchxs lectoriwix tienden a reviewizar sus lecturas de mucho hype y poca sustancia.
Está siendo de esos libros que, por el mero hecho de estimular mi disciplina, constancia y observación, ya adquiere un carácter intrigante.
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¡Sigamos la lectura, lectoriwix!
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